jueves, 11 de febrero de 2010

La muerte de la imaginación (una relectura de El guardián)


Six Degrees of Separation, 1993

Paul: Well...a substitute teacher out on Long Island was dropped from his job for fighting with a student. A few weeks later, the teacher returned to the classroom, shot the student unsuccessfully, held the class hostage and then shot himself. Successfully. This fact caught my eye: last sentence. Times. A neighbor described him as a nice boy. Always reading Catcher in the Rye.
The nitwit -- Chapman -- who shot John Lennon said he did it because he wanted to draw the attention of the world to The Catcher in the Rye and the reading of the book would be his defense.
And young Hinckley, the whiz kid who shot Reagan and his press secretary, said if you want my defense all you have to do is read Catcher in the Rye. It seemed to be time to read it again.
Flan: I haven't read it in years. (Louisa shushes him.)
Paul: I borrowed a copy from a young friend of mine because I wanted to see what she had underlined and I read this book to find out why this touching, beautiful, sensitive story published in July 1951 had turned into this manifesto of hate.
I started reading. It's exactly as I remembered. Everybody's a phony. Page two: "My brother's in Hollywood being a prostitute." Page three: "What a phony his father was." Page nine: "People never notice anything."
Then on page 22 my hair stood up. Remember Holden Caulfield -- the definitive sensitive youth -- wearing his red hunter's cap. "A deer hunter hat? Like hell it is. I sort of closed one eye like I was taking aim at it. This is a people-shooting hat. I shoot people in this hat."
Hmmm, I said. This book is preparing people for bigger moments in their lives than I ever dreamed of. Then on page 89: "I'd rather push a guy out the window or chop his head off with an ax than sock him in the jaw...I hate fist fights...what scares me most is the other guy's face..."
I finished the book. It's a touching story, comic because the boy wants to do so much and can't do anything. Hates all phoniness and only lies to others. Wants everyone to like him, is only hateful, and he is completely self-involved. In other words, a pretty accurate picture of a male adolescent. And what alarms me about the book -- not the book so much as the aura about it -- is this: the book is primarily about paralysis. The boy can't function. And at the end, before he can run away and start a new life, it starts to rain and he folds.
Now there's nothing wrong in writing about emotional and intellectual paralysis. It may indeed, thanks to Chekhov and Samuel Beckett, be the great modern theme.
The extraordinary last lines of Waiting For Godot -- "Let's go." "Yes, let's go." Stage directions: they do not move.
But the aura around this book of Salinger's -- which perhaps should be read by everyone but young men -- is this: it mirrors like a fun house mirror and amplifies like a distorted speaker one of the great tragedies of our times -- the death of the imagination.
Because what else is paralysis?
The imagination has been so debased that imagination -- being imaginative -- rather than being the lynchpin of our existence now stands as a synonym for something outside ourselves like science fiction or some new use for tangerine slices on raw pork chops -- what an imaginative summer recipe -- and Star Wars! So imaginative! And Star Trek -- so imaginative! And Lord of the Rings -- all those dwarves -- so imaginative --
The imagination has moved out out the realm of being our link, our most personal link, with our inner lives and the world outside that world -- this world we share. What is schizophrenia but a horrifying state where what's in here doesn't match up with what's out there?
Why has imagination become a synonym for style?
I believe that the imagination is the passport we create to take us into the real world.
I believe the imagination is another phrase for what is most uniquely us.
Jung says the greatest sin is to be unconscious.
Our boy Holden says "What scares me most is the other guy's face -- it wouldn't be so bad if you could both be blindfolded -- most of the time the faces we face are not the other guys' but our own faces. And it's the worst kind of yellowness to be so scared of yourself you put blindfolds on rather than deal with yourself..."
To face ourselves.
That's the hard thing.
The imagination.
That's God's gift to make the act of self-examination bearable.

***

En cristiano (pero aviso, en el doblaje se pierde mucho):




Paul: Verán... Un profesor auxiliar en Long Island fue despedido por pelearse con un estudiante. Unas semanas más tarde, regresó al aula, disparó al estudiante, sin éxito... por supuesto, tomó como rehenes a toda la clase y luego se pegó un tiro; esta vez con éxito. Este hecho llamó mi atención. La última frase... en el Times un vecino dijo que el profesor era un buen chico, siempre estaba leyendo "El guardián entre el centeno". Ese cretino de Chapman, el que mató a John Lennon confesó que lo hizo porque quería llamar la atención del mundo hacia "El guardián entre el centeno", y que la lectura de dicho libro sería su defensa. Young Hinckley, el zumbado que disparó contra Ronald Reagan y su secretario de prensa, dijo que para conocer su defensa lo único necesario era leer "El guardián entre el centeno".
Flan: Yo hace años que no lo leo.
Paul: Yo le pedí una copia a una amiga mía porque quería saber lo que había subrayado. Y leí ese libro para descubrir por qué ese conmovedor, sensible y hermoso relato publicado en Julio de 1951, se había convertido en un manifiesto de odio. Lo empecé a leer. Es tal y como lo recuerdo; los personajes son unos farsantes. Página dos: "Mi hermano está en Hollywood ejerciendo la prostitución". Página tres: "¡Qué patán tan pretencioso era mi padre!". Página nueve: "La gente nunca se da cuenta de nada". Además en la página 22, se me pusieron los pelos de punta. ¿Recuerdan a Holden Caulfield, el arquetipo de joven sensible con su sombrero rojo de cazador? ¿el sombrero de los cazadores de ciervos? No es lo que parece, hice lo siguiente: cerré un ojo como si estuviera apuntando... es un sombrero para la caza de humanos; mato a personas cuando llevo este sombrero.
Ese libro prepara a la gente para vivir una vida como jamás hubieran soñado. Y en la página 99: "Preferiría empujar a un tío por la ventana, o cortarle la cabeza con un hacha, que darle un puñetazo. Odio las peleas con puñetazos, lo que más me asusta es la cara del otro tipo". Me terminé el libro, es una historia enternecedora, cómica en el sentido de que el protagonista desea hacer tanto y no puede hacer nada. Odia toda falsedad y solo miente y miente a los demás. Desea caer bien a todos, pero resulta aborrecible y completamente egocéntrico. Dicho en otras palabras, es una imagen bastante realista de un varón adolescente.
Pero lo que me alarmó de su lectura, no es tanto el libro en sí mismo sino el aura que lo envuelve. El argumento trata de la parálisis: el chico es incapaz de funcionar. Y al final, antes de que pueda huir y empezar una nueva vida, empieza a llover y él se derrumba. Bueno, no tiene nada de malo escribir sobre la parálisis emocional e intelectual. Puede que incluso gracias a Chejov y a Samuel Beckett, el argumento sea bastante moderno. Las extraordinarias últimas líneas de "Esperando a Godot": "Adelante, sí, adelante". Indicación escénica: ninguno se mueve.
Pero el aura que desprende el libro de Salinger, que debiera ser leído por todos, exceptuando a los jóvenes adolescentes, se traduce en lo siguiente: refleja con la distorsión de un túnel de los espejos y amplifica por un altavoz distorsionado una de las grandes tragedias de nuestro tiempo: la muerte de la imaginación. ¿Por eso es precisamente la parálisis? La imaginación ha sido tan degradada que, en lugar de constituir la pieza clave de nuestra existencia, ahora se considera como algo que está fuera de nosotros mismos, como la ciencia ficción, o para emplearla en combinar las mandarinas con las chuletas de cerdo. ¡Por cierto, qué receta tan imaginativa! Y La guerra de las galaxias: ¡cuánta imaginación! Y Star Trek: ¡qué derroche de imaginación! Y El señor de los anillos, con todos esos enanos: ¡cuánta imaginación! La imaginación ha pasado de ser nuestro lazo más personal e íntimo, y me estoy refiriendo a una especie de vínculo con nuestro ser interior y el mundo exterior que compartimos. ¿Qué es la esquizofrenia sino una condición de que lo que sucede aquí dentro no guarda relación con lo que ocurre ahí fuera? ¿Por qué la imaginación se ha convertido en sinónimo de estilo? Yo opino que la imaginación es el pasaporte de toda creación para transportarnos al mundo real. Creo que la imaginación es meramente otra manera de denominar aquello que nos pertenece más íntimamente.
Jung dijo: "El mayor pecado es ser inconsciente". Nuestro Holden nos dice: "Lo que más me asusta es la cara del otro, no sería tan duro si ambos tuviéramos los ojos vendados". Muy a menudo las caras que confrontamos no son las de los demás, sino la de nosotros mismos. Y les aseguro que no hay peor cobardía que tener miedo de uno mismo, y elegir la postura del avestruz en lugar de enfrentarse consigo mismo. Lo más duro es enfrentarse a uno mismo. La imaginación... es el don divino para poder soportar la autocrítica.

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