miércoles, 23 de junio de 2010
"Ésta la recitaba yo"
Qué envidia me da cada vez que alguien me dice eso. Envío un poema cualquiera, de esos que he descubierto ya de adulto (porque ha sido mi profesión la que me ha acercado a la poesía, y no al revés, como hubiera sido lógico) y me contestan que "ésta la recitaba yo, jaja". Y pienso en todos esos maestros que tuve en mi infancia (de los que no me puedo quejar, si he terminado de profe ha sido en gran parte debido a la admiración que siempre tuve a la mayoría de ellos) y que apenas me hicieron aprender poemas de memoria, para que yo ahora pudiera soltarlos en clase sin tener que aprendérmelos el día anterior. Porque lo de aprenderse los poemas de memoria podría ser un suplicio para un niño, pero no hay cosa que más disfruten que soltarlos frente a la clase una vez que se los han aprendido. Qué pena que la memoria esté devaluada, cuando te ofrece uno de los placeres literarios mayores que hay: el de la recitación.
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1 comentario:
Hola, soy también profe de Literatura (y de Artes Escénicas) y hacía mucho que no miraba tu blog. Comento con frecuencia la entrada en la que hablabas de las ventajas de ser profesor. La suscribo entera. Esta entrada de las poesías de memoria me he encantado porque yo tuve a Rosa Bobes (hermana de la famosa Carmen Bobes) a principios de los 60 y nos obligaba a aprender poesía en cantidades industriales. Gramática nada de nada, pero sí mucha poesía. Todavía ahora dejo a mis alumnos con la boca abierta cuando cito de memoria todo Machado, Lorca, Bécquer, etc. No echo de menos no haber estudiado demasiada gramática.
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