miércoles, 22 de octubre de 2008

Siempre al acecho, la omnipresente Obra

Escribo este blog desde hace apenas un año, y en todo este tiempo no es que se haya convertido precisamente en un rincón popular de la web. Está bien así. No era lo que pretendía de un sitio que me sirve más para desahogarme que para buscar alteregos. Aun así, cada vez que escribo una entrada, espero con ilusión recibir algún que otro comentario, aunque sea a la contra. Pero esto no es común: sé que me leen pocos, y aún menos hay que les dé por comentar mis posts. Por eso me sorprende que a las pocas horas de escribir sobre Camino, la película, ya tenga una réplica. Por si no la han leído, ésta es.

Los opusinos, que son lo que no hay. Me ha hecho hasta gracia. Y por supuesto, ilusión. Un comentario que da pie al debate. Y a mí me falta tiempo para la réplica.

Para empezar, el numerario o supernumerario o simpatizante de la Obra que me escribe el post se pone de lado de la familia de Alexia por el insulto que supone la adaptación de la vida de esta chica a cargo de Fesser. Yo, por mi parte, comprendería este malestar si Fesser hubiera contado de verdad de historia de esta tal Alexia, pero no es así. Fesser cuenta una historia de ficción parecida a la historia real de Alexia, pero NO la historia de Alexia. En el momento que Fesser le pone otro nombre a su personaje, no hay insulto que valga. Intención de tocar las pelotas tal vez, pero no insulto.

Después he entrado en la web de los amigos de Alexia, que este (super)numerario/a anuncia, y en ella leo un comunicado en el que la familia de la chica se queja del siguiente mensaje que aparece en la película:

"A la memoria de Alexia González-Barros, fallecida en Pamplona en 1985 y actualmente en proceso de beatificación."

Es verdad que aquí se podría acusar a Fesser de poco tacto, porque si decide contar una historia tan parecida a la de Alexia, pero tan desvirtuadora a la vez (al menos a los ojos del Opus y de la familia), dedicar la película a la memoria de la chica en cuestión lo convierte, ahora ya sí, en un tocapelotas. Pero después he pensado: son esta familia y el Opus los empeñados en convertir a Alexia en un referente, en un personaje histórico (como lo es todo santo). Y todo personaje histórico es susceptible de ser revisado, admirado o denostado por las sucesivas generaciones. Es lo que hay. Alexia bien podría haberse quedado en el anonimato, pero en la Obra decidieron que habría de ser un ejemplo para la posteridad. El problema es que ese ejemplo no tiene por qué ser entendido de la misma manera por todos. Estaría bueno. El acercamiento de Fesser a la figura de Alexia es por tanto, tan lícito como el de la constreñida ortodoxia opusina. Por mucho que ahora a ellos no les haga gracia. ¿Querían posteridad, señores? Pues toma posteridad. Fesser (qué grande) os la ha servido en bandeja, y con todo el glamour del celuloide.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, amigo Félix. Trato siempre de sacar un par de ratos a la semana para leer tu blog. Lo hago atento en las entradas que más me interesan y leo en vertical las que menos. Siempre me queda un regustillo amargo cuando salgo y no escribo comentario, pero como tus reflexiones son brillantes me da miedo estropearlas con algún comentario hecho ahí al boleo, sin reflexión, sólo por decir "qué guay soy, he escrito ahí en tu blog", pues casi siempre voy pillado de tiempo. Me quedé con ganas de hacer largas y tendidas reflexiones en las entradas sobre el libro "República y Guerra Civil en Monesterio" y aquella sobre el nazismo lingüístico. Pero esta entrada en concreto, en cuanto vea la película, no se quedará sin mi comentario, pues me habéis puesto los dientes largos. No pensé que tuviera tanta chicha dada la escasa ambición narrativa que tienen los cineastas de este país.

Y lo que tienes que hacer es dar más publicidad a tu blog!! Así en un par de años, estarán Meg Ryan y Madonna anunciando aquí sus estrenos y te harás millonario. Sigue así. Un abrazo.

Anónimo dijo...

Ya se ve que, después del fracaso en taquilla (la 7ª película de la semana pasada, y eso que no había muchas más), a Fesser le interesa crear polémica antes del fin de semana.

Cometí el error de ir a ver Camino, lo cual sólo me hizo pasar un mal rato con una película larga, lenta y sangrienta. Estoy de acuerdo con los críticos: el tema se aborda lentamente y la película resulta como una patada en el estómago. Tuve que irme al cabo de dos horas de película... y todavía le quedaba lo peor, según me han contado.

La película ya está en la red para descargar. Os recomiendo que os la bajéis y gastéis ese dinero en unas buenas copas, en lugar de pasar un mal rato en el cine.