sábado, 10 de enero de 2009

El actor versus el "impersonator"



Ayer vi Milk, y aparte de la eterna reflexión sobre la descompensada dualidad del mundo gay (el 10% comprometido políticamente vs. el otro 90% sólo preocupado por el sexo y la lascivia), a mí me ha hecho pensar sobre todo en qué es eso que llaman un buen actor. Lo digo por Sean Penn, que con esta peli está pidiendo el Oscar a gritos. Y no es que lo haga mal, al contrario; su actuación es modélica. Pero es que a mí estas actuaciones de Oscar ya empiezan a cansarme. Es verdad que no cualquier actor es capaz de meterse en la piel de un personaje real y calcar sus gestos y su manera de hablar. Pero yo me pregunto si estas capacidades actorales que tanto llaman la atención son las que definen al buen actor. ¿Es un actor mejor cuando es capaz de meterse en la piel de los personajes más dispares? ¿Son los actores camaleónicos los mejores actores? ¿Qué pasa con esos actores como Cary Grant (por nombrar a un inmortal) que siempre parecían hacer el mismo papel pero que se comían la pantalla?

Yo siempre pongo un ejemplo patrio, que no por más cañí me parece menos válido: Loles León vs. Javier Bardem. Ella hace siempre de sí misma. ¿Es por eso una mala actriz? Está claro que no. La tía es una máquina, y se come la pantalla. Pero claro, el de las actuaciones de Oscar es él, que en cada película parece una persona diferente, aunque su vocalización, sobre todo en sus primeras pelis, dejara mucho que desear (ahora ha mejorado, y en inglés he de decir que lo hace de puta madre, y si no, vedlo en No es país para viejos: acojonante). Siguiendo con el ejemplo de Bardem, además, me da a mí que cuando hace de sí mismo, como en Vicky Cristina Barcelona, pierde muchos puntos. Como si sólo se le dieran bien las "impersonations", esas imitaciones o suplantaciones que tanto gustan en la Academia de Hollywood.



Loles León, la actriz petarda, frente a Bardem, el actor serio y "de método".

3 comentarios:

mir dijo...

Mejor me guardo el comentario hasta ver Milk. Pero sobre los actores que hacen de sí mismos, ostras, ¡hay miles! Hoffman, Nicholson, De Niro y Pacino, para mi gusto, llevan un tiempo recayendo en el mismo personaje fácil. Les debe ir bien siguiendo el ejemplo de Ana Belén (si puede considerarse actriz), Pe o la Echegui. Supongo que se acomodan en lo cómodo, en lo que les ha dado fama y dinero. Y si al director ya le viene bien, pues, ¡¡ajo y agua!!

Anónimo dijo...

El oscar a la mejor interpretación es un premio por un trabajo en concreto, no por la trayectoria de un actor. La trayectoria de una actor puede estar formada por muy buenos trabajos, pero que en conjunto denotan un estilo propio o una limitación según se vea. Empezando por el hecho de que lo que vemos realmente de un actor en cine es sólo la punta del iceberg, ( cuantos buenísimos actores hacen malos trabajos en cine y al revés, y cuentos genios jamás consiguen papeles para lucirse), para mí si el trabajo es bueno es bueno y punto. La versatilidad no es más que otra aptitud de la interpretación, como la credibilidad, la comicidad, el histrionismo o el instinto. Hoy en día el ser o no "camaleónico" está sobrevalorado. Para mí si el trabajo es bueno, es bueno; incluso cuando se dice aquello de "... pero si está escrito para él, como para no clavarlo". Pues clávalo tú si tienes...

Anónimo dijo...

loles leon estas guapisima para la edad que tienes y me gustas como trabajas 1 beso si lo lees