lunes, 8 de marzo de 2010

Peter Jackson se mete a poeta (y tampoco le sale mal)


La crítica dice que The lovely bones es una peli fallida. La crítica ha de ser escéptica, y si yo fuera crítico tal vez habría opinado lo mismo. Pero lo bueno de ser un espectador más es que puedes dejar el escepticismo a un lado. A veces cuesta trabajo, pero con la cinta de Peter Jackson ni me lo planteé. Creía que no iba a llorar, que no iba a llorar, y al final, cuando más cursi y pasteloide se pone, cuando otros a mi lado se reían, yo tuve que sacar los kleenex.
La historia de The lovely bones tal vez no lleve a ningún lado. Pero como catarsis funciona. Dejad el escepticismo a un lado e id a verla. Disfrutad de las imágenes, y de la niña protagonista (impresionante), y de Rachel Weisz, y de Susan Sarandon, y de toda la pamplina esa del primer beso nunca dado, que a mí fue lo que más me hizo llorar.
No sé, me parece a mí que Peter Jackson, más que contar una historia y desentrañar significados, ha querido hacer poesía. Una poesía simple, que sólo insinúa, pero no por ello menos buena. Por eso, que la historia haga aguas al final (si es verdad que las hace), es lo de menos. Porque lo de menos, aquí, es la historia.


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