domingo, 23 de noviembre de 2008

Trozos de vida (arggg)



Lo siento, pero voy a poner verde otra peli independiente, europea en este caso. Se trata de Hace mucho tiempo que te quiero, donde Kristin Scott Thomas está total, no he de ser yo quien lo niegue. Pero es que no soporto estas pelis que presumen de ser un trozo de vida, de escapar de las altisonancias de las americanadas, cuando puestos a analizar, el guión de ésta es de pura ciencia ficción, con algunas altisonancias que te ponen la cara colorada de la vergüenza ajena. La Thomas sale de la cárcel donde ha estado quince años y su hermana la acoge en su casa. El espectador no sabe los porqués y los va descubriendo poco a poco, quizás demasiado poco a poco (la lentitud contemplativa de la peli no hace recomendable ir con demasiadas cosas en la cabeza). El problema llega al final, cuando todo se sabe. Una vez que lo descubres todo te das cuenta de que con ese punto de partida, una historia verosímil jamás podría haber devenido en la trama de la peli. No quiero dar demasiadas pistas, pero nadie se puede creer que alguien asuma una condena de quince años por asesinato sin rechistar. Más aún, nadie se puede creer que su familia reniegue de esa persona durante los quince años y no intente conocer al menos las causas de esa condena. El punto de partida de la historia, es por tanto, un engaño. Las pelis americanas, por lo menos, no te tratan de vender la moto de la verosimilitud (una moto que además parece que va unida a la molesta costumbre de menear la cámara hasta la extenueción). Eso sí, el mérito de la Thomas es doble, porque carga con esta historia imposible y sólo con mirar a cámara la saca a flote.

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