lunes, 7 de diciembre de 2009

Cine (no sociología)



Celda 211 no es la mejor película del año. Tampoco es una obra maestra. Pero se merece todo el éxito que está teniendo, porque es una cinta honesta, que aspira a atrapar al espectador y que lo consigue con creces, sin falsas trascendencias. Todo funciona en el guión y en la puesta en escena, hasta el punto que los supuestamente inverosímiles giros de la trama pasan bien, porque los actores y el director creen en la historia y ponen toda la carne en el asador.
Que no es sociología, coño, que es cine. Y Daniel Monzón lo sabe. Qué raro esto, en el cine español.

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