miércoles, 10 de marzo de 2010

Salido, falso, pervertido, picaflor


Recuerdo que el primer año que di clases en el instituto me topé con un tercero de la ESO de lo más ocurrente. A la hora de estudiar el Libro de buen amor, les mandé hacer un comentario sobre el Elogio de la mujer chiquita, en el que lo más bonito que dijeron del Arcipreste de Hita es que era un falso y un salido y un picaflor.

Desde hace cuatro años no volvía a dar clase en 3º. Y ya tenía ganas de volver a la literatura medieval, porque una vez superado el obstáculo del lenguaje, y gracias a las versiones adaptadas al español moderno, me parece a mí la literatura más divertida y más accesible para chavales de esta edad.

Y ahí me tenéis, leyéndoles a los chavales extractos descacharrantes como la descripción de la mujer ideal (de sobacos un poquillo mojados), o el duro trance con la serrana de Malangosto. En cuanto al Elogio de la mujer chiquita, ahora mismo estoy corrigiendo de nuevo los comentarios, y vean las perlas que me sueltan:

"El texto es del siglo XIV, donde empieza a innovarse la literatura y se rompen las normas del mester de clerecía. El uso de los cinco sentidos en el poema lo convierten en más sensual. No hay mucha intención didáctica, lo que de verdad quiere enseñar el arcipreste es que hay que vivir la vida. De Juan Ruiz tampoco se pueden decir muchas cosas pero, a pesar de ser arcipreste, era bastante pervertido (sic.), no por el hecho de que hacía lo que contaba en el poema, que puede no ser verdad, sino por el hecho de haber pensado en las cosas que ha escrito."

El arcipreste, un pervertido. Qué más se puede decir...
Otro chaval me pone algo aún mejor:

"Como bien sabemos en el siglo XIV la sociedad cambia, ya no hay mentalidad oscura, ahora el público lo que quiere es diversión y los clérigos se la van a dar. Lo que el pueblo quiere hay que dárselo, si no, te lían una que uff... (vamos, culo veo, culo quiero)."

La cosa sigue...

"Es difícil ver cómo un clérigo o arcipreste escribe algo como esto, puesto que escribían temas religiosos. Si a mí me cuesta adaptarme a leer una obra de estas escritas por los clérigos, a ellos acostumbrarse a escribir en cuaderna vía sin que sea religioso les habrá costado muchísmo."

Sospecho que son ecos de lo que yo cuento en clase. Ecos genialmente distorsionados que trazan derroteros extraños, pero que creo que al final encontrarán la senda apropiada.

PD: ¿Saben una cosa? El primer extracto es el comentario de un alumno rumano. Los otros dos, de un ucraniano. Me dirán que no es un puntazo ver cómo alumnos de orígenes tan dispares al nuestro comentan las luces y las sombras del canon literario hispánico más cañí. Qué genial, y qué curioso, esto de la globalización.

1 comentario:

Pepa dijo...

Mucho tiempo sin entrar en estas páginas, pero lo que encuentro ahora me deja asombrada y reconfortada. Los comentarios de los niños, geniales y tú, como profe, id. Lo del Arcipreste siempre generó en la clase perplejidades, porque los alumnos son 'muy modernos' en su vida propia pero 'conservadores'a la hora de juzgar a los demás. Ya ves, los clérigos, clérigos, comme il faut. Recuerdo una intervención de ese tipo al aludir a la vida de Juan Ruiz: "iba por ahí tomando copas con estudiantes nocheriegos".
Bien Félix, eso está muy bien. Felicidades, Pepa