domingo, 20 de enero de 2008

Tarkan saca disco (y yo sin enterarme)


Me estoy haciendo mayor. Y este blog lo delata. Sin ir más lejos, estos últimos posts que versan sobre Gallardón, el laicismo, Philip Roth, series de los noventa que nos hacen pensar, pseudoantropología hebraica actual, y Borges y el glamour. Todo muy profundo y edificante. Pero yo, mientras, sin enterarme de que Tarkan sacó nuevo disco el 25 de diciembre. Entre eso y que me he dejado de comer las uñas, mi hasta ahora eterna adolescencia parece –horror– tocar a su fin.
Podría presentar a Tarkan como una debilidad. Sobre todo después de hablar de lo que hablo en los posts anteriores. Pero no, qué carajo, no es una debilidad (y si lo es, es una de tantas). Vale que Tarkan sea un cantante turco trasnochado y hortera, en la línea de Ricky Martin o, por qué no, Bisbal (debe ser por eso que en América Latina también tiene tantos seguidores). Pero ya dejé claro en uno de mis primeros posts que, a pesar de tirarme toda la adolescencia escuchando a Beethoven, mis gustos musicales posteriores nunca han sido lo que se dice refinados. En el caso de Bisbal, he llegado a ir hasta a tres conciertos suyos (los dos primeros por trabajo, el tercero por puro placer friki, y no se me caen los anillos al decirlo).
Aun así, en el fondo, me niego a meter a Tarkan en ese mismo saco. A lo mejor es porque canta en turco y no me entero, a lo mejor es el rollito exótico, pero sus canciones –cien por cien comerciales, no lo niego– tienen algo más que ritmo calentito y facilón. Y si no, escuchad estas dos joyas extraídas de su mejor disco, Karma (2001). 



En Turquía, Tarkan es Dios. Es un fenómeno no sólo musical sino también social, no exento de polémica, pero que creo que le ha dado mucha vidilla a su país. Es verdad que desde que sacó su último disco, en inglés, está que no levanta cabeza. El mercado internacional se le resiste, y las legiones de fans que tiene fuera de Turquía lo prefieren en el turco original, aunque no se enteren de qué va la cosa (o quizá precisamente por eso). Y no es que las letras de su disco en inglés fueran ñoñas, que no lo eran, pero tampoco aportaban nada nuevo. Habrá que ver qué pasa con el disco nuevo, esta vez sí, de nuevo en turco. En youtube ya está, de momento, su nuevo vídeo, que me parece a mí que sigue en la línea del disco en inglés, o sea, descafeinado…:

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