martes, 10 de febrero de 2009

Lucidez en La duda



Lo que más me ha gustado de La duda no ha sido la ambigüedad de sus personajes, sino el diálogo que mantiene la madre interpretada por Viola Davis con la monja Meryl Streep. De una lucidez apabullante. Es una conversación que se adentra en todos los tabúes sociales que imperan hoy día con respecto a la pedofilia, para cargárselos y plantearlos desde un punto de vista totalmente nuevo y a la vez desgarrador: el de una madre que conoce mejor que nadie a su hijo, y que quiere lo mejor para él, o al menos lo menos malo. Y eso es algo que el resto de la sociedad rechaza pero que ella sabe que puede salvar a su hijo de ser un marginado para el resto de su vida. Qué dura la postura de esa madre (manteniendo el tipo frente a una Meryl Streep horrorizada) pero qué lucida también.

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