Aunque sólo sea porque hasta en la Plaza de Oriente tenemos a esos brasileiros, bandera en mano, celebrando la victoria. Porque en Madrid cabe de todo.
Y después de ver a Pelé, llorando, que quieren que les diga. Ya era hora de que las Olimpiadas fueran a Sudamérica. Se lo merecen.
viernes, 2 de octubre de 2009
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