lunes, 4 de enero de 2010

Galactica: Lo que empieza bien, ¿acaba bien?




Los Cylons fueron creados por el hombre.
Fueron creados para hacer la vida más fácil en las Doce Colonias.
Y entonces llegó el día en que los Cylons decidieron matar a sus amos.
Tras una larga y sangrienta guerra, se delaró un armisticio.
Los Cylons se marcharon a otro mundo para hacerlo suyo.
Se construyó una remota estación espacial...
...donde Cylons y humanos pudieran reunirse y mantener relaciones diplomáticas.
Cada año, las Colonias envían a un oficial.
Los Cylons no envían a nadie.
Nadie ha visto ni sabido de los Cylons durante más de cuarenta años.

-¿Estás vivo?
-Sí...
-Pruébalo.
(Beso)
(Misil)
(Impacto)
-Ha empezado...

Si después de ver el vídeo no coincidís conmigo en que éste es uno de los mejores comienzos que haya tenido nunca una serie, ya no hay manera de convenceros. Es Battlestar Galactica, remake de una serie de 1978 que no pienso ver, porque seguro que no está a la altura de esta revisitación en la que la acción y esa nueva manera de filmar el espacio y las batallas, como si fuera cámara en mano (espectacular), no es ni de lejos lo más importante. La chicha aquí está en toda la carga filosófica y política, en la reflexiones sobre el hecho religioso (los hombres politeístas frente a los cylons monoteístas) y sobre el eterno dilema del hombre frente a la máquina y el grado de humanidad que pueden alcanzar uno y otro. La foto de promoción, en la que los protas participan en su particular Última Cena, no es casual.


Y sí, es verdad, a lo largo de las temporadas siguientes, la serie no siempre está a la altura de este apabullante comienzo, pero es que eso sería mucho pedir. A mí, por el momento, me queda la cuarta y última temporada, que he tardado en empezar después de una flojita tercera temporada que a otros fans de la serie sí sé que gustó y mucho. Por lo que me han contado la última temporada empieza algo floja, pero el final vuelve a recuperar el brío del comienzo. Ya les contaré.

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