Después de tres años ensayando la madurez, en este revoltijo emocional en el que me hallo, me he vuelto a comer las uñas hasta el delirio y me he vuelto a tragar aquel clásico de mi infancia que hice alquilar a mis padres fin de semana tras fin de semana. Se trata de The Parent Trap, o Tú a Boston y yo a California (no confundir con el remake sindongo de los noventa, Tú a Londres y yo a California). Y vista de mayor, a mis treinta años, no deja de parecerme una cinta genial con una historia que me sigue apasionando. Ahora valoro otras cosas que en mi infancia, aunque las atisbara, no me daba por analizar: el perfecto engranaje del guión, la pulcra labor de gran artesano que tiene la realización, la música, tan de la época y tan emotiva, y esa manera de actuar de los actores, tan de los años 60, que me encanta, especialmente Maureen O´Hara que está deslumbrante con su pelo rojo como el fuego y unos ojos que traspasan la pantalla.
jueves, 5 de febrero de 2009
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1 comentario:
Aquí te dejo otra lectura adulta de la película para que la discutamos la próxima vez que estemos en la cola de la filmoteca: ¿es gratuito el más que razonable parecido de Brian Keith (papá Mitch) con John Wayne? ¿es una casualidad que, viviendo en Londres, el apellido de soltera de mamá Maggie sea irlandés (McKendrick)? ¿Dónde encontraremos el "previously" del apasionado divorcio de estos dos personajes, si no en aquel otro matrimonio celebrado en Inisfree diez años cinematográficos antes del estreno en salas de "The parents trap"? ¿Crees que, con todo esto, conseguiremos que el espíritu de John Ford salga de detrás de un cardboard promocional para mandarnos a la mierda por pedantes?
Let's get together, Felicis.
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