Estimado Sr./Sra.Este es el comienzo de una carta que recibí el otro día en mi casa de Madrid. ¿Qué les parece? A muchos les sorprenderá. Pues sí, tanto decir que yo era sevillano y en realidad mentía, porque soy nacido (como dice la carta, mezclando lenguas aparatosamente) en la "Comunitat Valenciana". Yo solía decir que en realidad nací en Gandía, pero parece que no, que a partir de ahora de ahora soy de la "Comunitat". Pues vale. Y que además cada vez que tenga un problema en este Madrid que no me vio nacer y que por lo tanto no es mío, tendré que ir con los míos, esto es, los de la "Comunitat". Pues vale también, pero a ver cómo les cuento yo esto a mis padres la próxima vez que me coja el AVE y me presente en Sevilla.
Me permito dirigirme a Vd. por su condición de nacido en la Comunitat Valenciana, en la confianza de que siga manteniendo algún vínculo con la misma o, en otro caso, para reanudarlo si así lo desea y en el ánimo de que se produzca un acercamiento hacia aquella.
Como ya será conocedor, la Comunitat Valenciana tiene abierta una Delegación en Madrid, en la calle Españoleto nº 25, C.P. 28010, para servir de apoyo y cauce a las personas que deban o deseen relacionerse con la misma.
Desde sus apertura, esta Delegación de la Comunitat Valenciana en Madrid, viene funcionando con prestación de servicios de distinta índole, tanto de orden burocrático o adminstrativo, como suministrando infomación de forma minuciosa...
... y bla bla bla...
Mira, a mí el sistema de autonomías español me parece una desfachatez. Y lo digo a riesgo de parecer facha, que ya ni me importa. Pronto llegaremos al punto en que yo, cada vez que tenga que renovarme el carné, o cada vez que tenga que hacer algún trámite, tenga que ir a esta especie de pseudoembajada de los collons (lo digo en valenciano, jeje), a la que parecen querer adscribirme sólo porque mis padres vivían en Gandía cuando yo nací.
Pero es que ya no es sólo eso. Es que por culpa de ese sistema de autonomías, en España la Sanidad y la Educación están atrapadas en un castillo kafkiano de burocracia que anda renqueando y en el que nada tira pa alante. La delegación de competencias impide que ninguna medida tome forma. El gobierno ordena y luego las autonomías le dan la vuelta a esa orden o sencillamente no le hacen ni caso. Iba a añadir además que si gobierno y autonomías son de partidos contrarios, ya no te quiero ni contar, pero es que lo delirante en España es que ni siquiera hace falta eso.
Esta carta, por ejemplo. Esta carta vale dinero. El papel, la tinta, el franqueo. (¡Y no sólo me la han enviado a mí, sino a todos los nacidos en la "Comunitat" que haya en Madrid! ¿cuántos serán?) La Delegación esta de la que me hablan, también vale dinero. El alquiler, sueldos como el del que la ha redactado (que por cierto, se ha lucido, y eso que no les he puesto la carta completa), ordenadores, impresoras, teléfonos, etc. Todo para levantar ¿España?, ¿la "Comunitat"?, ¿Madrid? Ni yo lo sé...
Agradezco el gesto de la "Comunitat Valenciana", de verdad. Y hasta me hace gracia, porque lo de haber nacido en Valencia me ha marcado poco, la verdad, pero no deja de ser una parte más de mí a la que no tengo por qué renunciar, junto con la parte extremeña, y la andaluza (y esta última sí que me ha marcado, a veces muy a mi pesar).
Y sí, es gracioso, pero también delirante. Peligrosamente delirante. Como una especie de "que sepas que sabemos que naciste aquí, y que no te vas a escapar". Uff, qué miedo.
1 comentario:
Así empezó "El proceso" y fíjate cómo acabó. Ándate con cuidao que un día tendrás a 2 funcionarios de la "Comunitat" en tu mismísimo dormitorio.
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