Mi madre me dijo siempre que de todas las películas sobre Jesús, su preferida, y la que para ella mantenía más intacto el espíritu cristiano, era Jesucristo Superstar. Hoy he ido a ver el musical en Madrid y de toda la morralla que se ha hecho sobre los evangelios, si en alguna tiene que estar la palabra de Dios (más incluso que en los propios evangelios), es aquí. ¿Blasfemia? Quizás. Pero es lo que tiene el arte, que si no es un poquito blasfemo, no es arte. La ópera rock de Lloyd Webber es espectacular, pero lo mejor es cómo explota el lado humano de Jesús. Y sí, sé que el tema es mi debilidad, y el montaje tendría sus defectos, pero la voz del argentino Gerónimo Rauch (espectacular como Jesús, orando/cantando en Getsemaní) bien valía el coste de la entrada.
miércoles, 30 de abril de 2008
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